Suena como una historia donde una chica determina toda su vida alrededor de su crush por un chico y así es como inicia, sí, pero en realidad es un dorama muy dulce sobre una joven noble que descubre su amor por ayudar a las personas a través de la enfermería.

Nuestra heroína, Sakura Nanase, es una bolita de energía, llena de sonrisas, buenas intenciones y mucha, mucha, torpeza. Si existiera en la vida real, diría "esa chica es un peligro mortal para sus pacientes", como es un personaje ficticio, desde el inicio le tomé un gran cariño con todo y los miles de errores que puede cometer. Me encanta su perseverancia para ser mejor enfermera, su personalidad y sus capacidades para observar y entender a los pacientes, y así ayudarles en todo lo que le sea posible.

Nuestro demonio, Tendo Kairi, es frío, estoico y no tolera los errores, se dedica de lleno a salvar la vida de sus pacientes y ha dejado de lado su vida romántica después de haber perdido a la persona que amaba.

Me fue difícil no enamorarme de la química entre los personajes, así como le es difícil a Tendo Kairi no enamorarse de la maravillosa persona que es Sakura Nanase. El crush de una chica con un chico que conoció unos instantes se transforma en una relación adorable, en la que ambas partes se animan mutuamente para cumplir sus objetivos de vida.

Existen dos relaciones secundarias que, si bien no son tan desarrolladas, se plantean desde el inicio y no salen de la nada al final. Los cuatro personajes involucrados me gustan mucho y me alegra que las parejas se den una oportunidad.

Las historias con los pacientes aportan mucho a la evolución de los personajes y se disfrutan mucho. Lo único que me dejó un poco confundida fue la línea de tiempo, no entendí muy bien la edad de los personajes. Otra cosa es que hay un accidente que carece de lógica, pero las escenas que siguen a eso logran que olvide preguntarme cómo demonios creen que funcionan lo accidentes.

Es una historia que puede tener algunos momentos bobos, pero con seguridad digo que tardaré un rato en superar a la pareja principal, que me robó el corazón con facilidad.

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Despertó mi curiosidad porque estaba familiarizada con la adaptación coreana de la misma historia, aunque no es de mis kdramas favoritos, es entretenido, y quería ver cuán diferente sería la versión china. Aunque comparten similitudes, Use For My Talent tomó su propio rumbo y creó una historia con su propio encanto.

No podría decidir entre la coreana y la china, dado que hay aspectos en los que una me gustó y la otra me falló (y viceversa).

Uno de los mayores atractivos de esta versión son los protagonistas, con sus escenas adorables y graciosas que pueden ponerte una sonrisa en la cara. Shuangjiao es entusiasta y pone chispa a la vida llena de reglamentos que tiene Renqi; él admira quién es ella como persona y sus capacidades para sobresalir en el trabajo. Ambos están protegiéndose constantemente.

Aunque mi pareja favorita fue la de Dongxian y Qianqian, dos personajes completamente nuevos para mí. Agradecí que esta pareja no tuviera tantos malentendido como la principal y, en lugar de eso, pudiéramos disfrutar de sus intentos para conquistarse.

La tercer pareja de la historia, formada por Zhu Yan y Junjie, también tiene lo suyo, pero no me atrapó como las otras dos.

Otro personaje importante es Lu Xian, quien es parte del triángulo amoroso principal. Su historia es una de las diferencias que menos me gustaron. En la coreana es más agradable, además su pasado es más significativo, aquí me cayó mal por varios episodios. Algunas de sus actitudes tienen falta de ética hacia su profesión, se ciega por un enamoramiento y no piensa en lo realmente importante para su paciente.

Y ya entrando en tema, otro aspecto negativo que encontré en el drama fue la forma en que tratan la germofobia. Para empezar, se les olvida muy fácil que Gu Renqi la padece; perdí la cuenta de cuántas veces tocó objetos sin ningún cuidado y sin pestañear por los gérmenes. De la misma forma, no me gustó que fuera completamente "inmune" a Shuangjiao, ni que no asistiera a terapia para resolver el problema. Me parece que minimizaron demasiado algo que afectó tanto su vida por años.

En los cambios positivos, les agradezco que la problemática de la recta final no fuera tan dramática como en la coreana, y que las actitudes de la familia de Shuangjiao siempre fueran protectoras, en lugar de culparla por algo que no estaba en sus manos.

Es una historia ligera de romance, para pasar un buen rato, y con actores principales encantadores.

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Es un romance dulce y doméstico. Una estudiante de contaduría –que quiere ser publicista– y un serio estudiante de física terminan compartiendo departamento gracias a la confabulación de sus madres.

La pareja tiene escenas tiernas y divertidas. El problema es que el ritmo de la historia puede ser muy lento, por eso se me hizo difícil seguir con los últimos episodios, incluso saltando las partes de la pareja secundaria (ese par no podía importarme menos). También sentí que a veces metían problemas innecesarios para alargarlo.

Es un drama que recomiendo sólo si se quiere ver algo ligero.

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Con la premisa de una mujer en sus treintas experimentando su primer amor con un hombre más joven, actuando en contra de los prejuicios, creí que disfrutaría mucho de Find Yourself; sin embargo, es una historia donde la mayor parte del tiempo reina el miedo al qué dirán.

La protagonista, He Fanxing, se empeña en vivir la vida que los demás creen que debe tener e incluso termina lastimando al hombre que ama. No pude sentir empatía por ella porque sus acciones no tenían consideración por los sentimientos de otros. Lo peor es que no tuvo una evolución apropiada, hasta el final toma desiciones abruptas, después de 40 episodios de estar de cabeza dura. No se hizo ningún honor al título del drama.

Aunque el personaje más odioso es Ye Luming, quien es una red flag andante. Se inserta a sí mismo en la vida de Fanxing, manipulando todo para obtener lo que quiere: casarse con ella. En ese triángulo amoroso quien demuestra mayor madurez es el más joven, Yuan Song, aunque tampoco es perfecto.

El arco de Cai Minmin (mi Meloncito adorado) fue el más entretenido y divertido. Hasta su relación me gustó, aunque al inicio estaba reacia por ser alumna/profesor, lo bueno es que se discutió el tema, así como las dinámicas de poder en una pareja, y se resolvió el dilema.

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Durante los primeros episodios pensé que no había sido una buena idea empezar este drama, aunque sólo tomó un poco acostumbrarme al tono de la historia (puede llegar a ser muy boba e incongruente) y empecé a disfrutarla.

A pesar de que los giros dramáticos de la recta final no fueron de mi agrado, los personajes se ganaron mi cariño, protagonistas y secundarios, y me alegró pasar 30 episodios junto a ellos.

La relación principal tiene una de mis tropas favoritas: rivals to lovers. Adoré cómo se desarrolló y que durante toda la historia siguieran con esas discusiones bobas que terminan en coqueteo. Pasan por varias etapas, rivales, compañeros, socios, amigos, posible pareja... Quienes los interpretan de verdad lograron que sonriera cada vez que los personajes tenían interacciones dulces y que me derritiera por lo adorable que podían ser.

No es un drama que se tome muy en serio, tiene muchas inconsistencias, comentarios tontos y drama telenovelero que después se resuelve de lo más fácil, pero me quedo con los bonitos personajes y relaciones (románticas y de amistad) que nos regalan.

Además de los outfits de la protagonista y los detalles que hacían que se sintiera más real (como su obsesión con Bob Esponja). En realidad, casi todo sobre Qingqing me gustó, su perseverancia, talento, ingenio y que dejara bien claro que ella no necesitaba un príncipe que la rescatara.

Me quedaron debiendo con la pareja secundaria, esperaba ver mucho más de ella y de los personajes individualmente. Hubiera amado un momento donde Fangfang finalmente se sintiera segura de sí misma frente a quienes la molestaban. También esperaba algún tipo de redención para la villana, que se diera cuenta de lo incorrecto de sus acciones y se quisiera más a sí misma.

Gu Nanxi, sin duda, es el personaje más agradable y maduro. Apoyó a sus mejores amigos, a pesar de que sus sentimientos también estaban en juego. Es el tipo de amigo que siente felicidad por tu felicidad.

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Cherry Magic es una dulce historia sobre un joven tímido, con poca confianza en sí mismo, al que le es difícil interactuar con otros, por lo que nunca ha intentado tener una relación romántica con alguien. Le tomé mucho cariño a Adachi, es un poco torpe y con el corazón muy noble. Al inicio no quiere tener la habilidad de leer la mente, pero al no poder evitarlo, usa lo que aprende de las personas para ayudarles y brindarles confort, si está en sus manos.

Kurosawa se ganó mi cariño de la misma forma. Es el tipo de persona que desea darle el cielo y las estrellas a quien ama, incluso si no están en una relación. El amor que siente por Adachi nunca falló en poner una sonrisa en mi rostro.

Kurosawa y Adachi son la pareja más adorable que he visto hasta ahora en el mundo del bl. La forma en que ambos desean hacer feliz al otro, la construcción de su relación, con todo y los miedos de arruinarla, las escenas domésticas, las citas, abrazos, toques...

Kurosawa quiere ayudar a Adachi para que se dé cuenta de lo asombro que es, encuentre sus objetivos y los persiga, mientras Adachi quiere estar junto a Kurosawa para reconfortarlo y corresponder a todos los gestos llenos de amor que éste le da.

Hay una pareja secundaria formada por Tsuge Masato, un escritor de novelas de romance, y Wataya Minato, un repartidor y apasionado bailarín. Aunque no me sentí tan apegada a ellos, era divertido ver al pobre Tsuge sin saber qué hacer respecto a su crush con Minato.

Fujisaki merece una mención especial porque fue un toque agradable, no sólo por ser muy linda e inteligente, también porque pone en la mesa el hecho de que no todas las personas quieren o necesitan una relación para ser felices.

Sin duda, Cherry Magic se ha posicionado en mi top de BLs favoritos y estoy lista para recomendarlo por todas partes porque merece mucho cariño. Espero encontrarme más historias con personajes tan entrañables y divertidos como Adachi y Kurosawa.

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Seis cortos episodios logran poner sobre la mesa temas interesantes, especialmente con el personaje de Yi Min. Una mujer que hizo todo lo que se esperaba de ella, se casó con un hombre, tuvo un hijo e ignoró esos sentimientos que la sociedad le dijo que eran incorrectos.

Ambas protagonistas son magníficas interpretando sus versiones adultas y adolescentes. Más allá de conseguir una apariencia juvenil, hay un contraste muy creíble en las personalidades de antes y después.

Toda la trama tiene un tinte de pesadumbre. Se trata de poner en la balanza qué es mejor, hacer caso a tus deseos y verdaderos sentimientos o continuar una vida estable y socialmente aceptable.

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Un dorama que aprecia todo el trabajo requerido para que un manga llegue a manos de los lectores.

Es una historia de perseverancia y dedicación en la que acompañamos a Kokoro Kurosawa mientras encuentra un nuevo sueño.

La protagonista es un sol. Su actitud es tan positiva que contagia a los otros personajes. Disfruté mucho pasar diez episodios junto a ella, verla aprender de sus errores e intentarlo de nuevo.

En cada episodio conocemos la historia de alguno de los personajes secundarios, aprendemos el por qué de sus acciones. Hay historias muy emotivas que pueden entristecer.

Aunque el final es bueno, me habría gustado ver más episodios. Siento que sí podía dar para más, en especial con los personajes que tuvieron menos tiempo para desarrollarse.

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Al inicio, parecía prometedor. Una historia de venganza con una protagonista deslumbrante y despiadada, dispuesta a todo para hacer pagar a quienes destruyeron su familia. Sin embargo, al pasar de los episodios se fue perdiendo mi interés.

Esperaba adrenalina en cada episodio, situaciones riesgosas, manipulación y juegos mentales que fueran destruyendo lentamente a cada uno de los antagonistas.

Aunque me gustaron algunas cosas, como Rael, Eunpyeong y Sora, siento que el guion fue cayendo mucho.

Para empeorarlo, odié la narrativa de las “llamas gemelas”. No encontré ni una chispa de química entre la pareja principal y el CEO no despertó nada de empatía en mí.

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El drama tiene temas interesantes, aunque no es sumamente emocionante.

Las complicadas relaciones entre las protagonistas son parte del atractivo, en particular la de Tammy y Scarlett con su enemistad divertida que se transforma en una buena amistad y complicidad.

Es una historia que podría funcionar perfectamente sin romance, pero decidieron agregarlo y resultó en una de las parejas principales que menos me han gustado en dramas. Así lucieran bien juntos, las discusiones sobre la diferencia de edad y el matrimonio mataron el encanto.

En lugar de darle protagonismo a esa pareja, habría quedado fantástico conocer más sobre el equipo especial de Barro y ver el desarrollo individual de cada uno de los miembros. Y mucho más de Scarlett porque ella nunca sale sobrando.

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Kamisama no Ekohiiki fue tremenda sorpresa. Es una historia reflexiva sobre conflictos de identidad y sexualidad en los adolescentes. Tiene amistad, romance y positividad hacia los personajes LGBT.

Todo inicia con un corazón roto, un camión, un Dios con mucho tiempo libre y un chihuahua que habla.

Yashiro Amano, guiado por el amor a su mejor amigo, pide renacer en el cuerpo de una chica para poder ser correspondido. Sin embargo, vivir como otra persona no es fácil, debes dejar tu vida anterior atrás y nunca sentirte realmente tú en el cuerpo en el que habitas. Esas son las consecuencias que debe enfrentar Yashiro.

Los otros tres personajes principales, Kenta, Rin y Kagura, recorren su propio camino para aceptar sus sentimientos hacia otros y la vida que tienen.

Uno de los grandes temas es el por qué del amor y la atracción hacia otra persona. ¿Lo importante es el interior? ¿La apariencia y género? ¿O una combinación de todo?

El grupo de adolescentes aprende a tomar el futuro en sus manos, abrazar quiénes son y a quiénes su corazón anhela, sin miedo a los prejuicios.

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